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Necesidad de los escándalos.

El tópico obligado es hablar o escribir de política; y a la manera de las quinielas en los hipódromos: conjeturas, hipótesis, posibilidades, cábalas y refritos. El estado de nuestras calles, desastroso, por cierto, y que denuncia negligencia y exige solución, nos impacta más que la violencia sexual ejercida contra niños, cuyo crecimiento, en nuestra ciudad, se estima en un 329%.

a). Skándalon en el griego clásico, significaba el palo clave de una trampa, luego la trampa misma y, finalmente, en un sentido metafórico, viene a designar todo lo que impulsa a algo, todo lo que hace caer. La mayoría de las veces el impulso es hacia el mal, aunque en pocas ocasiones el impulso puede ser hacia algo positivo.

Pero es en el lenguaje del Nuevo Testamento donde este término adquiere toda su gravedad. Jesús advierte severamente contra el escándalo. El que sirve de escándalo a uno de los pequeños y humildes que creen en mí, sería mejor que le atasen al cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Es necesario e inevitable que los discípulos encuentren escándalos, – y, por favor, el escándalo viene de todos lados por más que nos hayamos acostumbrado a él; parece que Hefner va a detener, al menos en parte, uno de los escándalos de nuestra época, la pornografía como industria, envuelta en oropel de cultura, libertad y modernidad -. ¿Sabrá este pobre hombre el daño que ha causado a la mujer, al hombre, a los jóvenes, a la cultura. Y a los “caballeros”? Eso es el escándalo. ¿Y qué, si es cierto lo del juicio y el infierno? Está mejor la piedra de molino atada al cuello.

Causa de escándalo son los padres de familia que descuidan la formación humano-religiosa de sus hijos, o impiden francamente su iniciación o desarrollo. Por ello, sobre el escándalo pesa una terrible maldición (Lucas17,1), y al discípulo se le amonesta para que conserve su fe y persevere en la tribulación, en la persecución, no obstante el escándalo. Ay del discípulo que con su estilo de vida, con un mal ejemplo, interrumpe un proceso de fe; se le advierte de las consecuencias que esto tiene. Y es que el escándalo tiene su origen no solo en el que incita, sino también en el incitado, por eso Jesús invita a los suyos a no desfallecer, a mantener la fe en él no obstante todos los escándalos, vengan de donde vengan. Lo demoniaco del escándalo consiste en que, en su naturaleza más propia, es un atentado contra la fe; interrumpe un proceso de fe. Por ello nos enseñó a rezar: “no nos dejes caer en la tentación”. Pablo exhorta a los adultos en la fe a no “escandalizar”, a los que se inician, a los “débiles”. Pero también existen los que se escandalizan por su condición de hipócritas, como los fariseos se escandalizaban de Jesús porque era amigo de comedores y bebedores.

b). En mi entrega pasada me refería expresamente al hecho familiar y citaba las palabras del Papa que ilustran insuperablemente nuestra situación, nuestros verdaderos retos, aquello que es urgente atender. Llamada urgente para quienes nos rendimos fácilmente ante “los defectos socialmente modelados”. Bajo esa luz veamos a la jovencita de 19 años que asesina a excompañero sentimental y su terrible daño colateral que siempre cae en campo inocente.

Como en otras veces lo he hecho notar, – ¿coincidencia? -, los datos que aparecen reportados en nuestro Diario, confirman lo escrito. Ciertamente mi entrega no será tan llamativa como el espectáculo político de nuestros días, pero es más trascendental en su temática. Ya, el mismísimo viernes, enviada mi entrega, aparece el dato doloroso de la violación de menores por el “padrastro”. El martes 13, se nos informa el aseguramiento en fiesta, de 25 menores que ingerían bebidas alcohólicas; y, en la foto que apoya el reporte, se ven a unas jovencitas en fila entrando a los separos policiacos, el aseguramiento fue a las 12 de la noche. Después, … ese terrible después, y casos hemos tenido.

Araly Castañón (El Diario) ha hecho esta semana un estudio que tiene un gran valor indicativo; tal vez no sea un estudio exhaustivo, pero da las pautas para un estudio de mayor profundidad y con un soporte metodológico propio, ya, de las ciencias sociales. Pero el reportaje es de primerísima importancia. En él se dan datos numéricos reveladores como la edad en que suceden estos casos, el uso o no de la violencia, los efectos, casos inconcebibles de abuso de niños de 6 meses y cosas verdaderamente desestabilizadoras. En “los reclamos” del artículo, podemos leer: “El agresor puede ser el padre, padrastro, abuelo, tíos, hermanos”; y otros también. “Hay testimonios de maestros que dicen: nosotros detectamos casos pero tenemos prohibido por nuestro director y jefe de sector, denunciar”. (Ese modus operandi me suena conocido). “Por cada denuncia de abuso o relación sexual, hay tres o cuatro incidentes que no son conocidos por las autoridades competentes”. Y ahí se desgrana este drama. Y ahí está, esperando suceder cada día, cada hora fatal. Con las solas publicaciones de El Diario, tenemos material para tesis doctoral. Y, sobre todo, para la acción. No es casualidad que Chihuahua tenga un primer lugar en embarazos juveniles, en divorcios y deserción escolar.

c). Esperanzas incumplidas.

Este miércoles papa Francisco, continuando sus catequesis sobre la familia, la dedicó a los niños, y comenzó pidiendo perdón por los escándalos recientes en Roma y en el Vaticano. Los Papas pidiendo perdón y la mata sigue dando y la máquina caminando. Y tal vez, lo que no se quiere entender, es la cultura en que nos movemos y que ha afectado a la sociedad en su conjunto alterando los modelos y patrones de la naturaleza natural del hombre. En EE.UU, papa Francisco, apuntando con el dedo índice y remarcando el tono, dijo: “nosotros no lo vamos a mantener en secreto”; La advertencia dirigida a los obispos, fue severa.

Este miércoles, el papa comenzaba su catequesis habitual, diciendo: “La palabra de Jesús es fuerte hoy ¡Ay del mundo a causa de los escándalos! Jesús es realista y dice que es inevitable que vengan los escándalos pero ¡ay del hombre que causa el escándalo! Es necesario e inevitable que los discípulos encuentren escándalos, porque así lo exige la condición de este mundo.

Yo quisiera antes de iniciar la catequesis, en nombre de la Iglesia, pedirles perdón por los escándalos que en estos últimos tiempos han ocurrido tanto en Roma como en el Vaticano ¡les pido perdón!

Nosotros, adultos, estamos listos para hablar de los niños como de una promesa de vida. Y también nos conmovemos con facilidad, diciendo a los jóvenes que son nuestro futuro. Es verdad. Pero a veces me pregunto si somos serios sobre su futuro. Con el futuro de los niños, con el futuro de los jóvenes. Una pregunta que debemos hacernos más a menudo es esta: ¿cuánto somos leales con las promesas que hacemos a los niños, haciéndoles venir a nuestro mundo? Nosotros los hacemos venir al mundo y esto es una promesa. ¿Qué le prometemos a ellos?

Acogida y cuidado, cercanía y atención, confianza y esperanza, son muchas otras promesas de base, que se pueden resumir en una sola: amor. Nosotros prometemos amor, es decir, el amor que se expresa en la acogida, en el cuidado, en la cercanía, en la atención, en la confianza, en la esperanza. Pero la gran promesa es el amor”.

La promesa, el amor es una promesa que el hombre y la mujer hacen a cada hijo: desde que es concebido en el pensamiento. Los niños vienen al mundo y se espera tener confirmación de esta promesa: lo esperan de forma total, confiada, indefensa. Basta con mirarles: en todas las razas, en todas las culturas, en todas las condiciones de la vida.

Cuando sucede lo contrario, los niños son heridos por un escándalo insoportable, aún más grave, en cuanto que no tienen medios para descifrarlo. No pueden entender qué cosa sucede. Dios vigilia sobre esta promesa, desde el primer instante. ¿Se acuerdan qué dice Jesús?, que los ángeles de los niños reflejan la mirada de Dios, y Dios no pierde nunca de vista a los niños (Mt 18,10)’. Ay de aquellos que traicionan su confianza, ¡ay de aquellos! Su confiado abandono a nuestra promesa, que nos compromete desde el primer instante, nos juzga”.

d). Pero el escándalo no se agota en este ámbito. Trastorna, también, nuestra esperanza en el hombre, en la creación, en la justicia; nos afecta en nuestra calidad de ciudadanos, de seres humanos. Altera nuestro horizonte, nuestras prospectivas. Nos predispone al pesimismo, al derrotismo. ¡Cuántas opciones equivocadas son debidas a un pesimismo existencial generado por la desesperanza! No pocos pensadores acaban desesperando de la humanidad. Fíjese en esta nota: “El 1% más rico tiene tanto patrimonio como todo el resto del mundo junto”.

e). 2015 será recordado como el primer año de la serie histórica en el que la riqueza del 1% de la población mundial alcanzó la mitad del valor del total de activos. En otras palabras: el 1% de la población mundial, aquellos que tienen un patrimonio valorado de 760.000 dólares poseen tanto dinero líquido o invertido como el 99% restante de la población mundial. Esta enorme brecha entre privilegiados y el resto de la humanidad, lejos de suturarse, ha seguido ampliándose desde el inicio de la Gran Recesión, en 2008. La estadística de Credit Suisse, una de las más fiables, solo deja una lectura posible: los ricos saldrán de la crisis siendo más ricos, tanto en términos absolutos como relativos, y los pobres, relativamente más pobres.

En La gran brecha, qué hacer con las sociedades desiguales (Taurus, 2015), uno de los últimos libros de Joseph E. Stiglitz, el Nobel de Economía utilizaba una poderosa imagen de Oxfam, para ilustrar la dimensión del problema de la desigualdad en el mundo: un autobús que transporte a 85 de los mayores multimillonarios mundiales contiene tanta riqueza como la mitad más pobre de la población global. Hoy, a esta impactante imagen, plenamente vigente, se añaden otras que dejan patente la creciente inequidad entre los privilegiados y el resto del mundo: uno de cada cien habitantes del mundo tiene tanto como los 99 restantes; el 0,7% de la población mundial acapara el 45,2% de la riqueza total y el 10% más acaudalado tiene el 88% de los activos totales, según la nueva edición del estudio anual de riqueza hecho público este martes por el banco suizo Credit Suisse. (El País. I. Fariza   Madrid 13.09.15).

Pero México no teme a estas tormentas, que la ha visto peores; siempre ha sido más grande que sus problemas y también de ésta vamos a salir, es más, la crisis no nos ha llegado, y por lo visto, ni nos llegará. Hablando de la Legislatura pasada, afirma la nota: “Cuestan casi mil mdp, salarios y bonos de diputados”; cada Legislador gana $1,999,999.00 entre sueldos, aguinaldos, seguros de gastos de vida y médico, – extensivo a familiares -, y de separación individualizada, así como despensas.

Más desolador es el dato según el cual “se pierden 890 mil mdp al año por corrupción”. Otra noticia, ésta de última hora, es bastante más preocupante: “Construirá el INE sede de 1,100 mdp”; obviamente con esta nueva sede el Instituto “puede reducir en el mediano plazo los costos de la democracia mexicana”. 55 millones no más para pagar la presentación del proyecto: «El concurso Nacional de Ideas». (#¿!+$). ¿Tan cara así es la tal democracia? Esperamos que México todavía esté cuando la democracia se abarate. Este proyecto incluye dos torres inteligentes de dos pisos, con azoteas verdes, una macro sala de prensa, un espacio público denominado La Plaza de la Democracia, ¡faltaba más!, y la remodelación de edificios. Usted ya sabe que no van a ser 1,100 millones, sino bastantes más pues deberá de tenerse en cuenta el coste de la reparación de todos los errores técnicos de la construcción. Así sucedió en otro edificio semejante, concebido, también, para que funcione la democracia. Esto en un país dolorosamente marcado por la pobreza. Aquí, el IEE aprobó para los próximos comicios 509 millones, para partidos y para operaciones. Más monto en los otros estados. Échele cuentas, compadre, como decía los que pedían fiado, allá, en el viejo Matachí.

Pienso en Venezuela, en Argentina, en Brasil. ¡Ah!, la política. ¿La ley fiscal estará pensada para financiar la política? ¡Ajuste de tabulador de impuestos sobre propiedades! ¿Será cierto lo dicho por nuestro Fuentes Mares, que cuando Dios quiere perder a alguien primero lo atonteja y, luego lo suelta?

¡Cuántos escándalos! Y más que vienen.