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…..y los veneros de petróleo/
el diablo.

Esta entrega la escribí, si no me equivoco, en  1997, y he querido traerla a colación, dejando los datos y personajes de entonces, por el aniversario de la expropiación, el descubrimiento de un fabuloso yacimiento en el Golfo y la liquidación de Romero Deschamps, buen ejemplo del sindicalismo mexicano, y la nota de Reforma: “Pemex reportó este jueves que tiene una deuda de pago con sus proveedores y contratistas por 66 mil 642 millones de pesos, correspondientes a contratos de 2020 y lo que va de este año”. 

El petróleo ha estado siempre presente en la historia contemporánea de México como un factor determinante de su política exterior e interior.  Es indiscutible que se trata de una inmensa riqueza verdaderamente incalculable que es necesario manejar con la máxima honradez y capacidad. Al petróleo están ligados muchos de los problemas más serios de México en este siglo.  Para convencernos de ello bástenos leer la novela México Negro o la obra de Katz sobre la injerencia de EE.UU y Europa en la Revolución Mexicana, “ La Guerra Secreta”.  Incluso en el horrible episodio de la persecución religiosa, se afirma que “el petróleo y el agua bendita” anduvieron revueltos. Ahora hay que añadir el ecocidio provocado por PEMEX en Tabasco y Campeche, además de algunos incendios famosos y las disputas que se   con el descubrimiento de mantos petroleros en el Suroeste del Golfo.  Y la van a pagar los indocumentados.

El presidente Zedillo ha reconocido públicamente que “en México se han perdido importantes áreas naturales a lo largo de muchos años por descuido, desinterés o ignorancia”, esto lo afirmó en Campeche luego de que Asociaciones Internacionales protectoras del ambiente han denunciado el ecocidio de las costas petroleras de Tabasco y Campeche. Fueron presentadas a la t.v. a nivel nacional las plataformas abandonadas, hace más de 20 años por PEMEX en el Golfo de México que representan, no sólo un riesgo para la navegación marítima, sino además un foco incesante de contaminación ambiental.  Vamos entonces desde lo político hasta lo ecológico, ambas cosas muy graves.

Quiero referirme a la Expropiación, de la que se celebró un aniversario más, recordando un testimonio de gran importancia histórica.  Me refiero a lo escrito por Don. J. Vasconcelos en su libro “LA FLAMA”.(ed.l959.p.469ss).

Se encontraba a la sazón, el autor en el último de sus destierros, en Los Ángeles, Calif; tras una entrevista, sorprendente y fallida, con P. E. Calles, a petición de éste, se desplazó a Nueva York.  Vasconcelos andaba tratado el asunto de la traducción de sus obras al inglés. Un día fue a visitar a un su amigo, el Ing. Garfias donde tubo lugar el episodio siguiente. “En la puerta del edificio donde despachaba el Ing. Garfias, de la City’s Service, en el Downtown, me encontré con Rafael Zubaran. Se mostró reservado al principio, pero al fin me confesó que viajaba por cuenta del gobierno de Cárdenas con motivo del plan oficial sobre el petróleo. De manera que Zubaran llevaba en el portafolio los secretos que yo buscaba”, afirma el autor.  “No quise preguntar más porque si se hubiera dado cuenta de mis intenciones se hubiera cerrado más y nada consigo. Los gobiernos dictatoriales son como una logia: el que ingresa luego ve como un extraño a quien se encuentra fuera del presupuesto oficial. En México no ha habido más que dos bandos: el del gobierno que exige una sumisión moral absoluta y abyecta, y el de los que están fuera del presupuesto que por ello son sospechosos, aunque no figuren en la oposición. El caso es que en esa ocasión tanto Zubaran, agente ocasional del gobierno, y yo coincidíamos en la amistad con el Ing. Garfias” 

Al entrar con Garfias, éste no le dijo nada a Vasconcelos de lo que había tratado con Zubaran, pero acababa de leer el borrador del decreto de Expropiación Petrolera el cual “había sido llevado a EE.UU. para someter su texto a diversas autoridades en la materia”.  En entrevistas posteriores por fin, el Ing. Garfias habló del tema: “¡Ah…que Zubaran!, figúrese que ahora está ayudando al Gobierno, trae todo un plan para la expropiación de las compañías.  Será un disparate, el Gobierno nunca llegará a administrarlas bien.  Lo que debe hacerse es aplicar por allá los métodos norteamericanos que precisamente se nos aplican aquí a nosotros: fuerte control y gravámenes casi confiscatorios.  Aquí los petroleros más ricos nos hemos visto convertidos en una especie de altos funcionarios del Gobierno. Somos en realidad empleados de categoría, nos permiten asignarnos magníficos sueldos, pero luego, con el impuesto de la renta, todo se lo lleva el Gobierno. Eso es lo que debe hacerse al Gobierno de México”, dijo Garfias.

“No ve usted que el Gobierno yanqui, lo que está buscando es que Cárdenas le eche fuera a los ingleses, de la zona de Poza Rica, potencialmente una de las mejores del mundo.  Por su parte, las compañías norteamericanas, fatigadas con huelgas y dificultades de todo género, con gusto verán que el Gobierno se convierta en Administrador.  Saben que fracasará, pero por lo pronto, las cantidades que tendrá que pagar por indemnizaciones, les resuelven el problema inmediato”.

“Después, todo el renglón de las exportaciones tendrá que seguir en manos de las compañías, que son las únicas que cuentan con barcos para el transporte. El precio de cada barril exportado, lo impondrán los mismos consorcios, en la boca del puerto, sin necesidad de asumir las responsabilidades de la producción y la administración obrera”.

“Una nacionalización apresurada, podrá satisfacer por lo pronto la patriotería demagógica, pero a la larga será ruinosa para nuestra industria petrolera. Por supuesto que me sospecho que en todo esto, más que intereses económicos, se ventilan cuestiones políticas.  El presidente Roosevelt está preparando la guerra.  Los ingleses de Poza Rica le estorban, no va a pelear para defenderles sus yacimientos….Ya sabe usted… y de buen humor, se río el Ing. Garfias. “América, para los americanos”.  Cito el texto como mera curiosidad histórica.  No sé si tales temores se habrán cumplido. ¿Usted qué opina? Hay quienes cuentan la historia, quienes fueron testigos y quienes la hicieron. Creo que el tal Garfias, amigo de Vasconcelos, no andaba tan errado. No sé Ud., qué opine.

Todo esto me ha venido a mientes por noticias recientes tales como el descubrimiento de reservas fantásticas en el Suroeste del Golfo, la caída del precio mundial del petróleo, la exportación diaria de l.7 millones de barriles y la necesidad de una inversión en la petroquímica de 20 mil millones de dólares en un lapso de 15 años.  Lo caro de la gasolina en México y la necesidad de un oleoducto para importarla de EE.UU a esta ciudad, además del ecocidio provocado por PEMEX en Tabasco y Campeche.  Después, los malabaristas de la tecnocracia actual no tendrán mayor problema en encontrar la explicación suficiente para convencernos de que todo esto es bueno y explicable. 

Termina Vasconcelos el relato muy a su estilo.  “Aquella mañana me llevó Garfias a una antigua fonda de tradición inglesa, decorada con estampas del Siglo XVII, donde sirven un caldo de pescado al vino Jerez, que tiene fama entre los “gourmets” del Down Town”.