Como se abre la flor en la cadencia
de la mañana recién amanecida,
ante tu santa Faz se abra hoy mi vida
hecha canto de amor en tu Presencia.
Te canta mi abundancia y mi indigencia
y mi entrega «por ellos» ofrecida;
te canta mi mirada agradecida
que ensalza tu amorosa Providencia.
Pues fue tu Amor, Señor, mi fortaleza,
el faro que alumbró mi travesía,
y que, llenando mi alma de entereza,
mantuvo la firmeza de aquel «fiat»
que yo te di, Señor, en mi pobreza
y para Ti florece en este día. Amén.
(Oblatas de Cristo Sacerdote)