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Con gran pesar se recibió la noticia de la muerte del padre Hesiquio Trevizo Bencomo, quien realizó valiosos servicios para la Iglesia de Ciudad Juárez durante sus casi 47 años de ministerio…Descanse en paz… 

Periódico Presencia.-

Ana María Ibarra

Después de la caída que sufrió hace más de una semana, y por complicaciones médicas, el pasado domingo 01 de mayo falleció en Ciudad Juárez el padre Hesiquio Alfonso Trevizo Bencomo.

Ese mismo día la comunidad diocesana recibió la noticia con gran tristeza, y se hizo presente en los funerales que se realizaron al día siguiente en la parroquia Jesús Maestro, donde el padre Hesiquio dedicó su ministerio durante 33 años.

Su vocación

Hesiquio Alfonso Trevizo Bencomo nació en Matachí, Chihuahua, el 18 de diciembre de 1945, siendo el quinto de siete hermanos.

Fue a los 13 años cuando la inquietud vocacional resonó en su interior, y fue motivada por su director espiritual.

“Mira, tienes que decidirte; haz de cuenta que te dislocas un dedo; te va a doler siempre hasta que éste vuelva a su lugar; así tú, si no eres sacerdote, nunca estarás en tu lugar en la vida, nunca serás tú, nunca serás feliz. A ningún joven le aconsejo el sacerdocio, pero a ti sí”, escribió el padre Hesiquio, con motivo de su 45 aniversario sacerdotal en junio 2020, citando las palabras de su entonces director espiritual. 

En dicho escrito, el sacerdote recordó que en el lugar más impensable dio el “Sí” al Señor. 

“Sentado en un montículo de leña en el traspatio del caserón paterno mientras el sol caía en los lomos de la cordillera. Sí, así fue; lo recuerdo perfectamente; fue la conclusión de una larga lucha desigual entre mi resistencia alegando no ser digno, (¿y quién lo es?), y aquella voz interior que no cesaba, que estaba ahí, persistente; Y dije entonces: Bien, Señor, en tu nombre echaré las redes”, cita el escrito.

El joven Hesiquio ingresó al Seminario de los Misioneros de la Natividad de María el 3 de diciembre de 1961, y cursó filosofía y teología en el Seminario Conciliar de León, Guanajuato.

Hizo sus votos perpetuos como Misionero de la Natividad de María el 8 de septiembre de 1971. Fue ordenado diácono en 1974 y finalmente recibió la orden del presbiterado el 29 de junio de 1975 en Roma, Italia, por su Santidad el Papa Pablo VI, hoy santo, en un grupo de 400 nuevos sacerdotes.

Posteriormente, estudió un postgrado como Licenciado en Teología Bíblica en la Universidad Gregoriana de Roma y en el Instituto Franciscano de Jerusalén.

Sus servicios

Después de su ordenación en Roma, el padre Hesiquio fue nombrado párroco en el Municipio de San Buenaventura, Chihuahua, y de ahí fue enviado a la Diócesis de Ciudad Juárez, el 19 de noviembre de 1984, como vicario en Catedral; posteriormente fue vicario en la Parroquia La Sagrada Familia. En 1992 fue nombrado párroco de la comunidad Jesús Maestro.

El padre Trevizo fue uno de los iniciadores del proyecto del semanario Presencia por encargo de don Juan Sandoval, segundo obispo diocesano.  

Años después, don Renato Ascencio León, tercer obispo de la ciudad, nombró al padre Trevizo como secretario particular, vocero y director de Prensa, director espiritual del Movimiento Familiar Cristiano y apoderado legal de la diócesis.  

Desde el año 2001, el padre Trevizo se encargó de la misa dominical transmitida por canal 44, servicio que prestó fielmente con gran amor a la vocación comunicadora y evangelizadora de la Iglesia.

En 29 de septiembre del 2003, el padre Trevizo solicitó al obispo don Renato ser aceptado como sacerdote diocesano, por lo que dejó de ser sacerdote religioso.

Durante la rueda de prensa del sábado 12 de diciembre del 2015, donde se dio la noticia de la visita del papa Francisco, el obispo don J. Guadalupe Torres Campos presentó oficialmente al padre Hesiquio como vocero personal y de la diócesis durante la preparación de la visita del Papa Francisco a Juárez. 

“Desde hace 22 años hago esta labor. He tejido una red con los medios de comunicación. Agradezco mucho al obispo su confianza. Haré lo mejor que pueda, siempre disponible y al servicio de todos”, expresó en aquel entonces.

El padre Hesiquio fue llamado a la casa del Padre el pasado 01 de mayo, tercer domingo de Pascua, a la edad de 77 años, a poco más de un mes de celebrar su aniversario sacerdotal 47.

Descanse en Paz, padre Hesiquio.

Comunicador, gestor, amigo 

…y alimento de Vida Eterna

Destaca del padre Trevizo su labor comunicadora en la diócesis, así como su función  de gestionar terrenos para la diócesis, misión encomendada por el obispo para bien de la Iglesia de Ciudad Juárez.

Sin embargo, su entrega pastoral y donación para la vida de la diócesis es lo más significativo de su ministerio, compartió el padre Felipe Ramos el pasado 2 de mayo en la misa que celebró durante la velación del padre Trevizo, en la que dio gracias al Señor 

“porque tuvimos a un hombre, sacerdote, creyente, cristiano que es ejemplo de lo que tenemos que buscar: a Jesucristo”, dijo. 

“(Fue) un hombre que se volvió alimento de Vida Eterna No hay una sola persona que no pueda decir que no recibió un beneficio del sacerdocio, de la persona cristiana del padre Hesiquio”, puntualizó.

Veinte años de amistad

Una de las amistades fuertes que tuvo el padre Trevizo fue con el padre Francisco García, párroco de San Juan Apóstol y Evangelista.

“Fue mi maestro en el Seminario desde 1995. Ahí nos fuimos haciendo buenos amigos. Como diácono, estuve con él en su misa de 25 aniversario como sacerdote y empezamos a frecuentarnos, a comer juntos una vez al mes”, compartió el padre Francisco. 

El sacerdote agregó que esos momentos fueron muy agradables, ya que el padre Trevizo cocinaba.

“Era un chef de primera calidad. Comida muy sabrosa que preparaba siempre. Se daba ese tiempo. Comíamos cada semana o cada quince días durante más de 20 años. Platicábamos mucho por teléfono y la despedida era: oremos unos por otros”, abundó.

“Compartíamos el gusto por la fe, por la Iglesia, por los libros. Eran gustos comunes de lo que podíamos platicar por horas”.

Agradecido por las enseñanzas que recibió del padre Trevizo, el padre Francisco agregó: 

“Era un maestro, lo que decía y hacía siempre fue una enseñanza. Entre las cosas en las que insistía están la disciplina, la oración, la lectura. El padre Trevizo leía mucho y leía bien”.

Triste por la pérdida de su amigo sacerdote, el padre Francisco dijo que, desde la fe, vive este duelo con tristeza, pero también con esperanza. 

En frases…

“Conocimos al padre en 1984 en La Sagrada Familia. Cuando le asignaron la parroquia de Jesús Maestro, nos llevó con él para trabajar en distintos ministerios. Siempre nos enseñó a estar unidos, porque, decía, solo así vamos a entrar en el cielo. Ahora siento lo que sintieron los apóstoles, el desconcierto, pero no nos queda más que seguir la indicación del Señor: permanezcan en oración, permanezcan juntos”.  

Edith Ontiveros de Aguilar

“Empecé en confirmaciones a los 14 años. El padre siempre empujó para que este grupo se abriera para los más niños, decía que el crimen organizado buscaba niños, y la Iglesia debe hacer lo mismo. Él me abrió las puertas. Siempre fue muy estricto, pero ese fue testimonio de que siempre podíamos entregar más. Le agradezco mucho, y ahora esperamos ir hacia donde él va”. 

Luis Espino

El padre Hesiquio me dejó un legado en toda mi vida, yo lo admiro desde niño. Un gran formador, muy cariñoso cuando tenía que serlo y muy duro cuando tenía que serlo, y se le agradece. Sabía como nadie educar, formar y hacernos personas de bien, sin duda deja un gran vacío. Siempre se mostró muy estudioso y no faltaba un día en el que no nos enseñara algo. Fue mi párroco, mi pastor, padre espiritual y siempre va a formar parte de mi vida. Me deja muy marcada su gran devoción a María Niña, recuerdo con cariño como enseñó a todos los de la comunidad a amar a María Niña”.

lng. Julio Fernández