#MAYO | Flores a María Niña: día quince: “Flores”, poema.
Flores, flores hermosas y perfumadas
busco para la Dueña de mis amores;
abre, Mayo dichoso, tus enramadas
y ofrécele a mi Reina todas tus flores
Recorre tus praderas y tus jardines,
dame olorosos nardos, dame azucenas,
. violetas y h~liotropos, blancos jazmines,
para darle a la Niña las manos llenas.
Dame lo más galano de tus vergeles,
camelias nacaradas, purpurinas rosas,
perfumadas gardenias, ricos claveles,
y un búcaro variado de tuberosas.
Dame voces de niño frescas y puras,
melodiosos gorjeos de aves canoras,
arrullos de palomas con sus ternuras
y murmullos suaves, de ondas sonoras.
Si tú has engalanado bosques umbríos
y has poblado de nidos selvas enteras;
si das a las riberas de nuestros ríos
alfombra de esmeralda y enredaderas.
Si Dios te hizo fecundo, y en tus pensiles
por él lucen las flores sus hermosuras,
y sobre ellas descienden perlas a miles
en cada nueva aurora de las alturas.
Si eres el mes risueño de las palomas,
el de las mariposas y golondrinas,
el de las brisas puras llenas de aromas,
el de las aguas mansas y cristalinas.
Si en ti, bendito Mayo, todo es sonriente,
y nos convida al gozo y a la ternura
el cadencioso ruido de limpia fuente .
y el murmurante arroyo de linfa pura.
El piar continuado del pajarillo
que ensayando mil trinos tiende su vuelo;
al son de 1~ zampoña del pastorcillo
que vuelve a su cabaña mirando al cielo.
Si todo en ti nos habla de los amores,
todo canta y sonríe, todo palpita,
y haciendo que olvidemos los sinsabores
a los templos nos lleva y a orar invita.
Que todos los encantos sean para ella,
para la Santa Niña del mundo hechizo,
para la excelsa Reina radiante y bella,
para la tesorera del Paraíso.
Dame de lo que tienes en abundancia,
céfiros perfumados, luz y alegría,
y que todo celebre la Santa Infancia
de nuestra Inmaculada Virgen María.